Jardín de las Hadas Estacional

Siempre me ha gustado la magia y me encanta hacer sentirla a los demás.

Hoy os traigo una idea llena de magia para crear tanto dentro del aula, como en el patio de la escuela o incluso en casa.

Se trata de un jardín de las hadas en miniatura


Podemos crearlo de distintas maneras. La más sencilla sería usando una mesa estacional, por ejemplo, en otoño pondríamos hojas secas, piñas, castañas, etc. Y a partir de aquí todos los detalles serán bienvenidos, una casita de madera, un pequeño pozo, una sillita en miniatura... Y lo más importante, ¡las hadas!

Otra forma de hacerlo es creando un pequeño jardín, en un cajón grande y con algo de profundidad, no demasiada, pondremos tierra y plantaremos algunas plantas pequeñas que tengan mucha resistencia, algún cactus, musgo... Que la tierra y las plantas estén vivas le dará mucha calidad al proyecto y a los peques les encantará. Añadiremos también los muebles para las hadas, que serán lo que aportarán la magia. Y por supuesto en cada estación podemos ir añadiendo algunos elementos como los anteriormente mencionados.

Las hadas son el elemento más importante, porque le darán vida al juego y serán el elemento de mayor interacción con los niños y niñas. No es necesario que sean figuras muy detallas y delicadas, pueden ser pequeñas piezas Waldorn de madera o fieltro. La sencillez de estas piezas hace que los peques desarrollen mucho más su imaginación.


Y si eres como yo y te gusta añadir una pizca extra de magia a las cosas te voy a dar una idea. Haz que el jardín de las hadas sea un elemento vivo y mágico del aula del que nunca se olviden. Ve cambiando distintos elementos de sitio sin que los alumnos te vean para que sientan que son las hadas las que lo hacen y ve añadiendo y cambiando los elementos estacionales según la época del año. Por ejemplo, cuando se acerque la Navidad deja que se sorprendan llegando una mañana al aula y viendo un abeto decorado en el jardín y algunas lucecitas.

Otra idea es dejar que les pongan nombre a las hadas entre todos, así se sentirán más parte del juego. E incluso podéis tener un hada traviesa que se escape del jardín de vez en cuando y los alumnos la puedan encontrar por algún rincón del aula.

Se trata de crear toda una aventura que les permita estar en contacto con elementos de la naturaleza mientras juegan a crear minimundos y dan rienda suelta a su imaginación. Además, al ser elementos tan pequeños les enseñaremos a ser delicados y cuidar las cosas con mimo. E incluso podemos decirles que las hadas se asustan cuando gritamos mucho ¡porque son muy pequeñas!

¿Qué os parece la idea? ¡Yo ya tengo ganas de ponerla en práctica!

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